Hola, bellezas hoy les traigo el top ten de los últimos productos de belleza que me parecieron malíiiisimos! Seguramente todas tengan un producto que absolutamente odiaron y tuvieron ganas de regalarle a alguien que no les cae bien con una tarjetita que diga “vasa quedar diviiiina”, así que no sean tímidas y cuéntennos en los comentarios!
Los productos a continuación no están en ningún orden en particular, los puse como se me vinieron a la mente, todos me han decepcionado jajaja
1) Labial popstick de Maybelline. Desilusión TOTAL. Yo pensé que iban a ser traslúcidos, sí, pero con un dejo de color, onda Le French Touch de Lancome, pero no, la nada misma. Les juro que lo pasé y repasé un MONTÓN de veces y nada! Te queda como cuando usás los brillitos de lata, pero los blancos, no los que tienen color. El efecto en los labios se va enseguida, pésima duración, nula hidratación y además inexistente pigmentación. Maybelline en sus campañas gráficas y televisivas mostraba color en los labios de las modelos que los usaban, lo que me molesta más, porque me parece publicidad engañosa.
Estos labiales no son bálsamos, y por lo que salen si lo que buscás es un bálsamo, podés comprarte tres.
Huelen lindo, se ven lindos (salvo en los labios), pero como maquillaje, bien gracias. De los peores productos de esta marca en el último tiempo, una pena, porque la verdad me gustan mucho sus cosas, pero si querés algo que realmente cumpla con lo que prometen los popsticks, comprá los colorbust lip butter de Revlon o los Caresse de L’oréal.
2) Máscara Facial Bioclean Descongestiva de durazno. Yo soy fan de las mascarillas para la cara, tengo varias de distintas marcas e ingredientes; rosa mosqueta, fango volcánico, maracuyá, chocolate, jengibre…así que cuando llegó a mis manos este producto fui feliz…hasta que lo probé.
Cuando me pongo una máscara en la cara por lo general también me hago un baño de crema o me hago las uñas o disfruto de un buen libro, lo hago parte de una rutina de relax y belleza mayor, pero nótese el patrón que se repite: hago OTRAS cosas mientras dejo el producto funcionar! En este caso fue imposible; la consistencia es “aguachenta”, pensé que capaz era así al principio y que después se iba a endurecer…NO. Me chorreaba por todos lados, se me metía en la boca y me dejaba un sabor amargo en la boca…no sólo no pude leer sino que tuve que ir al baño hasta que se cumpliera el tiempo para no seguir manchando.
Otro punto en contra? Mascarilla descongestiva…para piel sensible…niet. Yo tengo una mascarilla/gel que es fría, la dejás en la heladera y cuando la aplicás es la gloria misma…esta da calor!! Es efecto calor! Piel sensible + efecto calor! A quién diablos se le ocurre? Yo fui despistada y no leí al principio ese detalle en el empaque, pero hasta que lo vi me había agarrado pánico, pensé que me estaba haciendo reacción y que iba a quedar con la piel quemada (quemadura cosmética química, te queda la piel como si hubieras tomado sol a las 12 del mediodía). HORRIBLE. Después de que se cumplió el tiempo que se suponía debía dejarla, pensé “a ver si el ardor y el derretimiento valieron la pena!”…en absoluto, chicas! Creo que si me hubiese lavado la cara con un jabón Dove me hubiese quedado más suave. Un gran NO para mí.
3) Delineador para ojos retráctil Farmacity. Fui una compra un poco “al boleo” porque tenía una fiesta después del laburo, pero no llegaba a pasar por casa, compré este a la mañana porque total era “para zafar” no quería gastar de más, si total tenía otros buenos en casa…menos mal que no salió caro, porque salió malísimo. A mí que no se me corren los delineadores, se me corría! Y después de aplicarlo y pestañar noté con espanto que me había manchado tooooodo el párpado! Lo odié, tuve que limpiarme y maquillarme de nuevo porque tenía todos manchones negros. Nunca más.
4)
Labial Bioesencia. Este me vino en una cajita, no lo compré, pero espantoso. El tono que me tocó a mí era particularmente harrrmosso e imponible, pero por lo que pude chusmear tampoco es que hay alguno que zafe mucho. Vamos al mío en específico que era un rosa perlado espantoso. No sólo me parecía un color que podría haber usado Andrea del Boca en una de sus primeras novelas, sino que pigmenta fatal (y como plateadoso), se siente feo en los labios, por suerte no dura nada y ni siquiera se banca mucho el mezclarlo con otros labiales más benignos para hacerlo zafar. Este labial debe que haber quedado olvidado hace 15 años en alguna caja en un sótano mohoso y decidieron comercializarlo igual, onda “vintage”…no, por favor, no, que vuelva al sótano, no todo lo retro es bueno.
5)
Banditas frías depilatorias Veet. Por lo general voy a depilarme y me mantengo con mi Philips, pero este era un caso especial y pensé “Bueno, podría probar en lugar de la crema la cera, a ver qué onda, pieles sensibles, dice que huele bien…”…por qué, chicas, por qué se me cruzó eso por la cabeza?’ El que inventó estas bandas se merece que le retiren todo el vello del pecho con ellas (doy por sentado que es hombre, una mujer no puede haber aprobado esto). Duelen, no sacan nada –aún probado en vello finito-, te dejan todo pegoteado y cuesta un montón de tiempo quitar toda esa pasta espantosa.
6) Base Clean Finish de Rimmel. Con esta base me pasó lo que con ninguna y le valió a Rimmel que la vete y nunca más volviese a comprar una base de su marca: se puso naranja! Además de que no era muy fácil de esfumar, se me puso la cara naranja!! Se oxida al toque! Por suerte yo me di cuenta antes de salir de casa! La probé un par de veces más (siempre en casa) para ver si no me había parecido, si me había puesto una crema rara antes o qué, pero no, era la base, te da un tono zanahoria o cama solar berreta al cabo de un tiempo…y yo como ya les dije varias veces, soy muy fantasma, imagínenme con la cara naranja por la vida! JAJAJAJ HORROR.
7) Base L’oréal True Match Roller. Cuando me suscribí a Clarín 365 justo la promo era que te enviaban un necesser con productos de L’oréal, felicidad! Y la verdad que trajo cosas interesantes: un neceser lindo y práctico que al día de hoy sigo usando, una buena máscara, una linda sombra, una base y no recuerdo ahora si algo más. La base era la true match roller.
Me pareció novedoso e intrigante el concepto, pero al mismo tiempo no pude evitar no pensar en la expresión “pintada como una puerta” o en Homero y su pistola maquilladora, por qué? Porque esta base tenés que aplicártela con una especie de “rodillito”. Cuando empecé a usarlo no me gustó porque sentí que me estaba revocando la cara, pero aparte no dejaba un tono parejo, era muy difícil darle unidad a la cara y además, mínimo plieguecito que tuvieras en la cara, ahí se te alojaba dos kilos de producto. Aplicado con pincel zafa, pero la idea es usar lo que te viene ahí y para mí se siente muuuy pesada sobre la piel. Mala idea.
8) Maybelline Dream Bouncy blush. Cuando lo vi en la página española no podía esperar a que llegaran! Se veía TAN lindo!! Ya había probado las sombras color tattoo y me había amigado con esta textura que en la edición anterior de Maybelline (hace un par de años, creo que de hecho estaba en el primer año de la universidad) que era lo peooor de lo peoooor. Pero fue una decepción! Por suerte tuve la oportunidad de probarla con un tester, porque si la compraba era plata tirada. No pigmenta ni porque le pegues, la textura es como de mousse vencido. En los dedos se veía bien, en la cara desaparecía, la única manera de que se notase un poco era tal vez agregando un rubor en polvo arriba, pero cuál sería el sentido? (sobre todo porque este rubor no es nada barato). Plus negativo? Dura NADA puesto.
9) Shampoo y acondicionador línea Rituales de reparación, hidratación reparadora de TRESemmé. Nunca había probado shampoo y acondicionador de esta marca (sólo usaba su protector térmico que sí me parece muy bueno además de rendidor) y decidí darles una chance así descansaba un poco de mi shampoo de siempre. Le di un tiempo para actuar, no es que lo usé dos días y lo abandoné...no, lo probé semanas...y lo odié! Me dejó el pelo opaco, sin forma, horrible. A veces lo veía amanecer tan mal que me lo trenzaba o hacía rodete. Finalmente no aguanté más y corrí a comprarme productos BDK para devolverle a mi pelo la vitalidad. Seguiré con el protector térmico solamente.
10) Cuarteto Maybelline, Expert Wear tono Luscious Sorbet. Pobre Maybelline, fue el que salió peor en este post, pero bueno,e s una de las marcas que más compro, por eso puedo probar más cosas. Yo tengo muchas sombras de ellos y los cuartetos me habían resultado buenos (uno que es de tonos tierras es lo más de lo más!), cuando vi que salió esta linda combinación para la primavera/verano la amé! Me gustaron mucho! Pero no había tester, así que lo compré con los ojos cerrados, teniendo como referencia mi experiencia pasada con Maybelline. No pigmentan NADA, pero NADA, parecen todos iluminadores e iluminadores a los que les falta una buen vaso de Cindor...se ven además muy polvosos y no duran nada, horrible, horrible. Tengo amigas que también cayeron en la trampa de este cuarteto y lo odiaron; los maquillajes de las nenas de juguete pigmentan más.
Cuáles fueron sus PEORES compras?? Compartan! :D
Los sneakers aparecieron en mi vida hace algo más de un año (en mayo de 2012)… Por poneros en contexto, vivo en España, así que nosotros estábamos entrando en verano, cuando ya en Sudamérica hacía bastante frío. Estaba haciendo eso que tanto me gusta, ojeando revistas de moda, empapándome de aquellas posibles prendas que creía se convertirían en must-have después del caluroso verano. Si… ya sé que es demasiado pronto, que da pereza pensar en botas, abrigos, bufandas y demás prendas de abrigo cuando hacen 30ºC en la calle, pero… ¡lo reconozco! Me encanta, me encanta intentar adivinar que prenda será la estrella de la temporada y nada más llega la nueva colección a la tienda, buscar, obviamente la opción low cost, empezar a llevarla y sentir la satisfacción de sentirme una “pionera” cuando empieza a llevarla todo el mundo. Si, ya sé, me contento con poco, pero sentirme un poco it girl, ¡me sube la moral! 
Bueno, lo que os contaba, en esa revista de moda vi varias fotos… entre ellas la de una espléndida Kate Bosworth (imagen), con una elegante falda larga, contrastada con dos prendas sporty, la sudadera y las sneakers. Aunque he de confesar que al principio me horrorizó un poco y pensé que no era tendencia para mí, que los tacones y las zapatillas no debían de coexistir en el mismo calzado. Pero… sucumbí… y no con un par sino con dos… los cuales se han convertido en compañeros inseparables toooodo el otoño, invierno y parte de la primavera, hasta que empezaron a cocérseme los pies. 
¡¡¡¡Y vaya compra!!!! Son con diferencia, los zapatos más cómodos que he tenido, prácticamente no notas que llevas tacón, pero sí te dan esa confianza y forma de caminar que sólo consigues con un tacón. Además de ser calentitos y no dejar pasar el agua, tampoco se estropean al mojarse, al menos las que yo tengo.
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