jueves, 28 de junio de 2012
El corrector: el cómo y qué para que no hayan ¡¿por qué?!
Ah, el corrector…puede ser un amigo o un enemigo….dependiendo de cómo se lo use. Él y yo somos amigos hace años porque tengo la cara de piel muy fina, por lo que siempre, siempre, aunque duerma 48 horas seguidas tengo ojeras…y hasta a veces se ven las venitas. Por eso experimenté y aprendí mucho sobre correctores estos años.
En primer lugar, hay que saber QUE NO TODAS NECESITAMOS CORRECTOR. La mayoría lo usa para tapar ojeras, si son muy leves, con la base basta. En segundo lugar, que existen varios colores de correctores además de los del tono de la piel; cada uno tiene una función específica. Estos son:
VERDE: para cubrir granitos muy rojos, rosácea o cualquier tipo de marca o manchita que tire al color rojo. Hay que usar muy poquito para que no nos quede la piel más oscura donde se aplicó, lo que no conviene porque estaría atrayendo la atención sobre el lugar que queremos disimular.
NARANJA: para las zonas grises o azuladas del rostro. Ojeras muy grises o venas azuladas pueden necesitar un poquito de este corrector.
AMARILLO: para las zonas moradas del rostro; ojeras muy marcadas, moretones, se puede usar tb un poco en las ojeras si se nos ven venitas muy violáceas.
ROSA: puede usarse para ojeras, o para áreas grisáceas también
VIOLETA: para disimular zonas amarillentas, tipo moretones amarillo-verdosos o cuando por alguna enfermedad haya manchas amarillas.
Estos son para casos específicos, normalmente no vas a usarlos todos los días. El que sí vas a usar más seguido es el que es parecido a tu tono de piel. Sí, ni más oscuro, ni más claro. Muchas piensan que ya que lo vamos a usar por ejemplo, para tapar un poco las ojeras, ya que las ojeras son más oscuras ¡hay que usar entonces un tono más claro! Error. Si hacés eso vas a quedar como un mapache a la inversa, con grandes marcas claras bajo los ojos que van a hacer que todos miren a esa zona…y lo que estabas buscando era que pasara desapercibida.
Pero bueno, partamos de la base que tenés un corrector adecuado a tu tipo de piel, ¿qué otros errores podemos cometer con él si el color ya está bien? Ah…muchos.
Veamos los más comunes:
- Aplicar directamente del envase. No lo hagas, vas a aplicar mucha cantidad, va a quedar muy pesada el área en donde lo apliques. Recordá que lo que tenemos que lograr es el que el corrector no se vea.
- Aplicar con el dedo “a lo bruto”. Me confieso culpable, por mucho tiempo lo hacía hasta que en una clase de maquillaje me dijeron que lo mejor es aplicarlo con un pincel específico. Y sí, queda muchísimo mejor. Además, podés estar hasta quitando el producto con los dedos en lugar de aplicarlo. En todo caso, los dedos pueden usarse para después de aplicar con pincel darle unos toquecitos suaves con las yemas para darle un toque final (¡sin producto!).
- ¿Líquido, lápiz fino, cremoso? Depende qué quieras tapar. El líquido es el básico que sirve para todo en general y además es fácil de usar. Viene en distintos tipos de presentaciones; botellita, con aplicador, pomo. Elegí el que te resulte más práctico y cómodo. Probé con aplicadores (tienen como un pincel incorporado) y personalmente me resultaron poco prácticos; no se puede regular bien la cantidad y el pincel enseguida se arruina además de que no se puede limpiar porque está en contacto con el producto continuamente.
El lápiz sirve para disimular pequeñas imperfecciones; granitos, manchitas, cosas chiquitas.
Y finalmente el cremoso (el que uso yo) que tiene más cuerpo cubre imperfecciones más rebeldes por llamarlas así, ojeras muy marcadas por ejemplo. Ojo, no hay que abusar porque no queremos que quede notorio o que se note que tenemos puesto corrector.
Sea cual sea la textura que lijas, fijate que no sea oleosa ni pesada, tiene que fluir.
- Para pieles más maduras: intentar cubrir arruguitas o líneas de expresión. No, no, no. El corrector se seca, se parte y deja ver las líneas…aún más. Usar mejor una buena pre-base o primer o una base especialmente formulada para este fin; hay muchas en el mercado, cada vez más.
- Sellar. Hay que sellarlo para que no se nos vaya, corra. Para esto, usamos polvo compacto traslúcido. Si te pasás con la cantidad, usá una brocha limpia para quitar el exceso.
- ¿Dónde lo aplico? Ah, ¡en toooda la ojera! No. No, exactamente. Si no querés ser un mapachito, tenés que colocarlo en una línea bien fina debajo de las pestañas inferiores y desde el lagrimal en diagonal al hueso de la mejilla y cerrás luego el triángulo:
No es un triángulo lleno de producto, eh, con el corrector trazás las líneas y luego esfumás.
Bueno, creo que con eso estamos “cubiertas”, ¡ahora a aplicar!
¿Cuál fue tu mayor error con el corrector?
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