Por muchas razones no solemos tomar todos los días una cantidad de agua saludable. O porque estamos en la oficina lejos del dispenser de agua, o porque andamos mucho por la calle, o porque “no nos gusta” o porque no sentimos sed.
Después del oxígeno, el agua es el componente natural más importante para el desarrollo y mantenimiento de la vida. Basta mirar la proporción de agua que compone la tierra y nuestros cuerpos; el agua ocupa las tres cuartas partes del mundo y en el cuerpo humano ocupa un importante porcentaje, ya que un hombre adulto sano representa alrededor del 60% de su peso corporal, menos que en el cuerpo de un recién nacido en donde ocupa el 80%. Ese porcentaje nos tira una indirecta: ¡tomá agua!
Con la mano en el corazón y sin cruzar los dedos, ¿cuánta agua de verdad tomás todos los días? ¡Infusiones no cuentan! Maté, té, café no suman…cuando me lo dijo mi dermatóloga dije: “uhh, entonces de verdad mucho menos de lo que debería”. El bidón de agua me quedaba lejos, bueno, todo lo lejos que puede quedar en una oficina, así que para que no me venciera la pereza de tener que ir hasta la cocina, hace tiempo ya que empecé a llenarme todas las mañanas mi botella de dos litros y la voy tomando a lo largo del día. Para las 6 de la tarde, ya me la tomé entera…y quizás hasta un poquito más.
El agua tiene muchas propiedades fisiológicas en el organismo, lo que hace que sea imprescindible para mantener la vida y la salud integral, entre las principales están:
- Participa en la mayoría de las reacciones químicas del metabolismo: como son los procesos de digestión, respiración, absorción y excreción.
- Ayuda a eliminar toxinas del cuerpo.
- Transporta nutrientes a todas las partes del cuerpo y recoge los desechos de la actividad celular.
- Es un complemento de una dieta sana y equilibrada.
- Contribuye en el mantenimiento de la temperatura organismo, por medio de la generación de sudor lo mantiene fresco y libre de toxinas.
- Forma parte de los fluidos corporales
- Aumenta el volumen del contenido intestinal y ayuda a su eliminación.
- Regula los niveles de acidez del organismo.
- Participa en la reparación y crecimiento celular del organismo.
Además de hacer maravillas con el interior, el agua hace maravillas con el exterior; hidrata la piel, evita la aparición prematura de líneas de expresión o el aspecto “ajado”, evita la acumulación de células muertas y la flacidez, mejora el tono y el color, da más vitalidad, elasticidad y suavidad, lo que hace que uno se vea mucho mejor.
- Como dijimos más arriba, tomándola; mejorás tu piel, previene la retención de líquidos (ya que en muchos casos esa retención se debe a que al no recibir la suficiente cantidad de agua, el cuerpo decide acumularla, por las dudas) y ayuda contra la celulitis y piel de naranja.
- Después haber pasado un día muy pesado, nada mejor que sumergirse en un baño relajante y olvidarse del mundo por unos minutos. Con el agua caliente sola ya es una delicia, pero aún más si agregamos algunas sales o aceites aromáticos. Ojo eso sí con la temperatura, te puede bajar la presión si está muy caliente y te quedás mucho tiempo.
- Nadando. Tonificás los músculos, le hace genial a las articulaciones y a la espalda. Y después de unos largos quedás súper relajada y lista para disfrutar de una buena noche de sueño.
- ¿Tuviste un casamiento o una fiesta y te bailaste todo? ¿Estuviste horas de pie? ¿Te caminaste media ciudad? ¿Te pusiste unos zapatos que te matan? Nada más gratificante que meter los pies es agua tibia (y si es con unas gotitas de lavanda o manzanilla mejor).
En resumen, para poder verse bien, hay que tratarse bien y colaborar con nuestro cuerpo brindándole todo lo que necesita para funcionar como debe, así que andá y llená esa botellita de agua y empezá a ayudarlo y a ayudarte.
¿Cuánta agua tomás por día?
Buenísimo! Gracias por este post! Siempre estoy diciendo lo importante que es tomar agua y la gente te dice, pero yo tomo mate todo el día! No señor! Agua sola!! Jaja. Además si tomas mucho café, aumentas la pérdida urinaria, porque la cafeína es un diurético.
ResponderEliminarEn invierno cuesta más tomar agua.
Me acuerdo que hubo un verano que estaba a mil y tomaba 3 litros de agua por día, todo el mundo me decía que tenia la piel re linda :) Eso sí, vivía en el baño! Jaja, pero vale la pena! :D